THIS IS MY KINGDOM COME.

31 de marzo de 2011

Buh.

Ahí está, o ahí sigue. La verdad es que me he asustado, no sabía qué era. Pero supongo que, poco a poco, está volviendo a salir de nuevo.
Quizás sea lo malo, o puede que lo bueno. La verdad es que importa poco, es lo que llevo esperando tanto tiempo que ya ni siquiera recuerdo el por qué lo quiero.

Sí, esta es otra de esas aburridas entradas típicas que podrían incluirse en las que hablan de amor, errores, distancia, y tonterías por el estilo. Pero bueno, no lo he pretendido, simplemente salió solo.

Hoy me apetece perderme, volver con las manos destrozadas y con ropa marrón clara. Tener las cosas claras por muy confuso que sea todo y tener ganas de no soñar más.

21 de marzo de 2011

Supongo.

Envidia.
La gente miente, y le va tan bien... Estúpidos. ¿Es eso la envidia?
Locura.
La gente no entiende cual es el verdadero problema... ¿Por qué solo ven lo que quieren ver?
Miedo... Todo viene del miedo. La inseguridad y seguridad, la imaginación y creatividad, la locura y cordura.

Miedo a los cambios, o miedo a que las cosas cambien y no ser capaz de comprender el por qué.
Miedo al mundo, a los animales, a las personas. Huir a un mundo interior, a nuestro propio universo donde las cosas toman el sentido que queremos.
Miedo al razonamiento, o quizás a la duda, miedo a ser tratado diferente y a ser visto como un imbécil incomprendido.

Tsché, está claro que todo viene del egoísmo. Yo, yo, yo... Siempre lo mismo.
Luego la gente se queja... normal, solo piensan en sí mismos. Si mirasen un poco más allá se lo tomarían todo con calma, total, solo existe lo inevitable. Si, además, no pensasen en sí mismos y se pusieran en otro punto de vista, seguro que lo verían todo distinto... más verde y relajante.
La gente es capulla, pero no es nada nuevo.
Pero no me voy a interesar más porque, principalmente, mi solución fue igual que la de mi abuelo; matarlos a todos.

15 de marzo de 2011

Otra noche más.

Siempre es de noche.

Los días pasan, casi sin luz, casi sin importancia.
Ya no estoy seguro no en la cama. Duermo con verdaderas pesadillas. Literalmente, están sobre mi edredón esperando a que cierre los ojos para entrar en mi cabeza.
Cuando me arropo es como si impulsara esas malditas pesadillas hacia mi mente.

Pesadillas de cara blanca y pelo lacio. Pesadillas de sombras indefinidas y diabólicas risas. Pesadillas de muerte, incendios y sangre... mucha sangre.
¿Quién demonios escribe en sangre en los espejos? No hace falta siquiera leer los macabros brochetazos rojos para sentir pánico y volver huyendo a donde se supone que estaré a salvo.

Últimamente, mis sábanas no sirven de trinchera. Son cálidas, muy cálidas. Lo que nadie sabe es que las pesadillas son como los insectos; proliferan con el calor.

Me resulta extraño, la verdad. Sin embargo, si todo esto fuese como quiero creer... Mis miedos irreales pasarían a otra categoría; pasarían a ser parte de la verdad, parte del mundo.
Siempre lo he querido, aunque ello suponga dormir abrazado a un cadáver o dar las buenas noches al enorme ojo que hay bajo mi cama.

Ahora solo pienso en dormir acompañado. Ver tu mente en sueños. Tocar tus pesadillas, despertar, y ver que he conseguido que seas feliz en el mundo donde todo lo que aparece no es más que nuestro... por ahora.


--


No sé, en serio que no, como pasan tan rápidos los días...
Creo que lo que espero es una llamada en mitad de la noche, que ahuyente las pesadillas... Una llamada que diga algo como: "Nos vemos en el sitio de siempre, a la hora de siempre. No llegues tarde como las últimas veces."
Y dormir, no tranquilo, pero sin tantas pesadillas sobre mi pecho, sin tanto olor a sangre. Creo que quiero sentir tus brazos en esos días de frío invierno, sentir como al abrazarme cierras los ojos. Pero es imposible...

Hubiera estado bonito algo así. La verdad, ya no sé si lo que escribo en cursiva es lo que pienso, lo que siento o lo que invento... Pero estaría bien que todo parase una noche y pudiera soñar con montañas enormes (pero sin puentes colgantes y terremotos), con un día de verano tumbado en el sofá. No te imaginas cuanto me encantaría soñar con el olor que entraba por mi ventana esos domingos soleados.

Un perro ladrando, la música lenta del vecino, un haz de luz atravesando la ventana, la humedad de los aspersores, el olor a tostadas, la libertad de permanecer en la cama e inventar un día completamente nuevo...
Son las cosas de las que nos desprendemos al convertirnos en adultos, o eso me dijo cierta persona hace un año.

Es la felicidad que no quiero perder, porque odio esta angustia. Odio desear no dormir, cuando me muero de sueño. Odio pensar que los pétalos de sakura se han estancado en el tiempo y han dejado de ir a esos famosos. Byōsoku go senchimētoru.
Es como si dijera que no espero ser entendido, si no querido
Aunque no sé del todo si mi problema es que sigo creyendo en cosas que ni siquiera existen... el amor, la amistad, la familia. Todas esas malditas construcciones sociales que no hacen más que estorbar en el pobre corazoncito de un niño que solo quiere conservar los recuerdos que aún considera valiosos. Tengo miedo, mucho miedo... y no quiero saber nada más, no quiero tener miedo a algo que no me pertenece.

13 de marzo de 2011

Black Star.

Primera, segunda, y hasta la número catorce.
Pero no estamos aquí para hablar de cuantas son, ni de como son. En verdad, tampoco importa tanto la calidad, ¿no?

Hay cosas que no entenderemos jamás. Hay cosas que ni siquiera ahora entiendes tú. Diría que es una pena, pero si para ti no lo es ¿por qué debería serlo para mí?
La oscuridad es apetecible, pero nunca será aconsejable...

Espero que algún día entiendas y descubras esto (ahora mismo no me entiendes, no sabes de qué hablo, así que no te hagas el listo).


Mientras, yo seguiré intentando saber qué me toca esperar, qué debo entender, a dónde se supone que quiero ir... Y seguiré odiando el momento en el que dejé de lado las fotos de mis nubes...

10 de marzo de 2011

El Niño Demoníaco.

Pero es que ya no aguanto más.
Estoy harto de marcar eso que llaman metas y no ser capaz de llegar a ni una sola. Que no, joder, que no puedo cambiar las cosas...
Soy un puto fracaso, qué le voy a hacer...

¿Desde cuando prefiero pasar 13 horas fuera de casa? Mejor dicho; ¿desde cuando no soporto estar en casa?
¿Desde cuando cojones dejé de dormir a cambio de esto?
En serio, estoy tan cansado de todo que me voy a estallar de toda la mierda que tengo que soportar... En respuesta a tu pregunta: sí, quiero morirme.


No esperaba que esta fuese una buena entrada, pero quería escribir algo. Porque ni la anterior ni esta me gustan y porque, solo así podrá gustarme la siguiente, o quizás la siguiente, o quizás la siguiente, o quizás etc. (cuatro quizás).

8 de marzo de 2011

Alien.

Fiuu, ahora veo cual fue mi error de aquel infierno veraniego.



"Encontraste tus recuerdos de la infancia.
Encontraste tus gafas de sol.
No encontraste justo lo que necesitas."

Eres libre de hacer lo que quieras, la fiesta seguirá sin ti.

¡Ay va! Este es nuevo... ¿príncipe azul?

6 de marzo de 2011

Las alas aspiradas.

"No entiendo a la gente. Nunca la he entendido. Nunca la entenderé.
Nadie me ve. Nadie me molesta. Nadie espera nada de mí. Es como un sueño. Una vez que sobreviva estos siete días... ¿se acabará el sueño?
Hoy va a ser la caña de día. O... ¿O no lo será? Oh, no... Siento cómo se agita el emo de mi interior... Debo.... combatir... venazos... emos..."


Algo en mi mente se revuelve... No puedo ni pensar así.
¿Qué coño ha sido del mierda desgraciado que se las veía todas venir? Prefiero ser "eso" antes que "esto", que viene a ser lo mismo pero, encima, imbécil y sin verse venir nada.

Demasiado "tonto", lo de "bueno" es secundario.

Pues, si de verdad esto es ser amigos, que me corten la cabeza...