THIS IS MY KINGDOM COME.

31 de diciembre de 2010

With-out- soul.

Quizás las nubes hoy se dirijan hacia el sur, hacia el calor.
Quizás las nubes estén ya cansadas de tanto viajar. Quizás hoy sea la última vez que las observe moverse, porque mañana... quizás mañana será la primera vez que las vea.O
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Quizás, mmm... Mierda, demasiados quizás ._.n
En verdad, por mucho mundo que hayan visto esas malditas nubes, seguirán siendo unos borregos movidos por el viento.l
Será que somos los únicos capaces de ser lo que queramos, los únicos capaces de hacer que todo vaya como queramos. Será, será, será, quizás... Mierda, otra vez quizás ._.y
En fin, supongo que otra cosa no se puede hacer. Habrá que ser feliz... aunque si las cosas no salen como queremos, quizás (mierda, otro quizás) todo nos parezca malo y suframos más.Y

Bah, supongo que, en el fondo, eso no depende de nosotros, ni de cómo nos lo tomemos... si no de quien esté a nuestro lado y de cuantas veces hayamos dicho quizás. Menos de tres quizás es ser feliz... mierda, con ese van cuatro.o
En verdad me la suda, seré como quiera ser. Porque, como me he dicho a mi mismo, lo que importa es quien está a mi lado.u
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Y tiene gracia, porque la gente se cabrea cuando las cosas empiezan de nuevo o vuelven a darse.
Cumpleaños, santos, fiestas... etc.
Es absurdo. Se quejan e intentan quitarle la ilusión, justo lo que necesitamos para ser felices.
Pero bueno, qué remedio... hay gente que todavía no sabe que es lo que hace falta para ser feliz. Y no hace falta más que "lo mismo de siempre" (quien sepa de qué va la cosa, lo comprenderá).

Lo que queda claro es que para entender el 99% del corazón hace falta un 1%, que es la vida.
Me encantan los mensajes en clave.

27 de diciembre de 2010

Y a mi... ¿quién me desea bien viaje?

Abro los ojos. Estoy en lo que parece ser una sala de un hospital. Ese típico olor a limpio golpea mi nariz con fuerza.
Me llevé la mano a la nariz y vi una mano de piel blanca.
No sé qué hago aquí, pero hay alguien en una silla que me mira con los ojos abiertos como platos.
¿Quién es? ¿Por qué se pone a gritar un nombre y viene hacia mi corriendo?
No lo entiendo. Me está hablando, pero entre su nerviosismo y mi malestar no estoy entendiendo nada, y creo que es importante.

Quiero dormir, pero no paran de entrar enfermeros. Siempre he odiado que me vean dormir... espera, ¿siempre? ¿cuándo ha sido siempre? ¿cómo que cuándo? Se supone que siempre es siempre, pero no sé cuándo ha sido mi siempre. Creo que me estoy mareando, el corazón me late muy fuerte.
Cerraré los ojos por ahora, aunque temo no volver a abrirlos o que todo esto sea sólo un sueño... esa gente tenía unas lágrimas en los ojos que parecían ser tan cálidas...

¿Y qué más te voy a decir? Maldito "mondele".

"This hot sun makes you wanna lay back,relax and puff marihuana
that is way, so much boy pond did cornea do nothing but smoke did ganja"


Si es que los días llegan a ser totalmente predecibles, pero nadie habló de las noches.
Es increíble, pero no puedo hacer otra cosa. No hay infierno sin cielo, ni felicidad sin destrucción de almas.

Siempre habrá un comedor de almas feliz de romper la cáscara que cubre tu alma para probar la misma gelatina de siempre, pero con distinto sabor.
Y, si te fijas, es la misma historia de siempre: almas, corazones, castillos nevados, mansiones oscuras en inmensas colinas, jueces, mentes y "lo que yo creía" o "lo equivocado que estaba".
Bah, son todo chorradas para matar el tiempo, para amargarse o ser feliz. Al fin y al cabo es lo que hacemos constantemente, sentir y pensar, sentir y pensar... una y otra vez lo mismo. ¿Donde está la gracia?
Podríamos decir que la vida es predecible hasta la mitad (sentir y pensar), y de la otra mitad ni siquiera sabemos su existencia.

"Drugs, give me drugs, give me drugs"

26 de diciembre de 2010

¿Y qué quieres que te diga?

Si es que verte feliz me hace feliz.
Ver los amigos que tienes, ver cuantísimo te quieren...

Es que no lo puedo remediar. Tendré demasiada empatía, pero no la cambiaría por nada en el mundo.
Aunque a veces por culpa de eso lo pase mal, las veces que veo felices a los demás siempre compensan.

Bah, a veces me preocupo demasiado, o también me agobio y lo paso mal cuando otras ciertas personas están tristes. Pero supongo que llegarlo a pasar incluso peor que esas personas sólo significa lo mucho que me importan, ¿no?

Aunque claro, otras veces, también se pasa mal con la felicidad de otros. Pero nunca llueve a gusto de todos, o eso dicen.

Es increíble, pero me he dado cuenta al fin de que la vida no es una mierda. No, señores, la vida es fantástica. El problema es que hay gente que sí que no son más que mierda. Y de eso no me había dado cuenta antes, siempre quise pensar que en todos llega a haber algo bueno en algún momento de la vida, pero no.
Y, aunque haya gente genial, también puede llegar a ser mierda en algún momento de su vida.

Y ese es el problema, que no sé qué MIERDA hago actualizando esto si he abierto la página hace tres horas y escribí un párrafo feliz, pero esto me lo veía venir. Sabía que no iba a poder poner una actualización optimista y feliz del todo, porque ningún día es perfecto, y menos hoy. Además, como soy emo eso me exime de todas las culpas.
Y como también soy un gilipollas ingenuo incapaz de odiar y de huir de lo que hace daño, pues aquí sigo...
Lo único que deseo con toda mi alma en este momento es lo mismo de siempre. Y quien sepa algo de mi, lo sabría D:

Pero no pasa nada, que nadie se preocupe (sé que no pasará), seré feliz.
Cuando veo esos vídeos no veo nada de ti en ellos. Será que cambiaste tu forma de ser o que, realmente, jamás me enseñaste nada acerca de cómo eres.
Permitidme dudar de todo en estos momentos.

23 de diciembre de 2010

Vaho.

Siempre la misma ventana, se decía.

Es curioso. Hay tres ventanas que dan a la calle, las otras cinco dan a una especie de patio interior.
Teniendo en cuenta que desde las cinco que dan al patio interior puedo ver el mismo paisaje inerte, podemos decir que hay cuatro tipos de ventanas en la casa. De esos cuatro tipos de ventana, cada una tiene un valor muy distinto a las demás.
Desde el pasillo está a izquierda y derecha, colocadas en las distintas salas de la casa.
A la izquierda, el pesimismo y a la derecha, el  optimismo.
Todo cobra su lógica en el por qué las tres ventanas de la derecha son las adecuadas, y no las cinco idénticas de la izquierda.
Las de la derecha dan al mismo paisaje. Sin embargo, cambia la forma de verlo desde cualquiera de ellas, y no porque varíe lo más mínimo, si no por la forma de mirar.
La primera es más grandes que las otras dos, además tiene un sofá al lado que no es muy cómodo, pero sigue siendo un sofá desde el que mirar sin agotarse demasiado. Para colmo, en la ventana hay enganchadas unas macetas con flores preciosas.
La segunda tiene una dificultad añadida; es más pequeña y de doble cristal. Además, hay una mesa de por medio, y eso siempre quita las ganas de acercarse.
La tercera es la más cercana, también es de doble cristal. Pero no hay obstáculos por medio ni sofás, por lo que se puede estar tranquilo de pie.

Parece que no, pero todas tienen su significado. Siempre que ese joven se levanta inconscientemente de la silla acaba asomado por una de ellas, según (obviamente) su "ÉL" de ese día.


Quizás ese chico sea demasiado tonto, todos lo somos alguna vez, pero siempre sonreirá con unas palabras del mar y del cielo.

Remember those... those... I don't remember now...

Music, musique, ongaku...
Da igual cómo lo diga, no puede llenar ni un poquito de mi alma. Quizás mi alma vuelva a estar bloqueada con algo.
Pain, douleur, itami...
Da igual cómo lo diga, nunca sonará bien. Jamás será agradable. Quizás sólo sea un forma de verlo, si le doy la vuelta y hago el pino... no, sigue siendo dolor.
Sadness, tristesse, kanashimi...
Da igual qué cara  ponga, no estaré así por dentro. Nunca será bonito ver caras tristes o serias, siempre es  ser feliz y poner caras cómicas. Siempre será algo que dependa de mí, siempre será algo que quedará fuera de mi alcance.
Pessimist, pessimiste, (...)...
No es cuestión de serlo o no, es cuestión de cómo se toman los sucesos desfavorables en cada momento. Y, en estos momentos, no hay buena forma de tomarlos; ni haciendo el pino, ni poniendo caras cómicas. Nada sirve.

 
-¿Qué pasa? ¿Acaso esa es tu peor pesadilla?
-No creo que exista una escala que vaya desde mejor a peor cuando se habla de pesadillas, pero es la que menos habría deseado en estos momentos.


Pero que le voy a hacer, debo decir que soy feliz. Porque lo soy... ¿no?

21 de diciembre de 2010

涙のイエスタデー

Quieras o no, volverá a ser un misterio (Nazu).
Porque no tienes ni idea de qué quieren decir esos Mysterious Eyes.
El amor puede ser thrill, shock y suspense (Koi wa thrill shock suspense). Quizás ese sea el Destiny que todos tenemos, como Winter Bells, que se mecen con el lalala del viento (Kaze no lalala).
Más vale parar los "I can't stop my love for you" cuando aún se está a tiempo. Siempre es mejor no darse cuenta de que no existe aquel gentil lugar que prometiste (Kimi to Yakusoku Shita Yasashii Ano Basho Made).

Impulso (衝動). Eso es todo.

19 de diciembre de 2010

Y rodarán tazas.

Es una de esas veces en las que estás tan hundido que las máscaras empiezan a agrietarse.
Es una de esas veces en las que el mundo te puede hacer subir al cielo o tirarte y hacerte rodar cuesta abajo.
[...]

¡Bah! ¿Para qué explicar lo mismo de siempre? Ya estoy aburridillo :/
Es que será lo de siempre, algo o alguien me hará ver que todo puede ir bien, pero acabará yendo mal.
La misma historia again and again.
Habrá que cambiar de tema. Esta vez elijo yo.
¿Qué te parecen los dibujos?

Hay gente que vive de vender sus obras y se hacen ricos, otros no.
Hay gente con miedo a que sepan de sus dibujos y los guarda en inmensos baúles.
Hay gente que los quema porque no son más que recuerdos de una vida que nunca quisieron.
Hay gente que se los queda porque ha cogido cariño a lo que representan.
Hay gente que los regala a la gente a cambio de una sonrisa y un resplandor en los ojos.

Sea como sea, lo que está claro es que los dibujos contienen trozos del corazón. Me atrevería a decir que no es la mano ni el lápiz lo que dibuja, si no el alma.
Es curioso, pero cuando un dibujo sale constantemente mal y borramos los mismos trazos una y otra vez, sólo hace falta tranquilizarse y pensar en el fin del dibujo.
Si de verdad te va la vida en ello, si es reflejo de tus emociones y sentimientos, si es uno de tus recuerdos en formato A4, si forma parte de tus esperanzas... Si tu alma se para, respira y mira al horizonte y ve algo más que un paisaje, unos muñecos, personas, unos garabatos o símbolos, entonces cogerás la goma y borrarás y, cuando vuelvas a poner el lápiz sobre el papel, el grafito se deslizará por el folio como no había conseguido hacerlo en los últimos veinte intentos.

Qué típico, ¿no? Es como cuando dicen "Sólo lo conseguirán aquellos cuya alma sea pura", ¿y a los otros qué? Por regla de tres, nadie conseguiría nada. Pero ya ves, a veces llega a ser cierto.
En fin, las chorradas que se inventa la gente. Ya sabes lo que dicen: nada es imposible, excepto lo imposible.
Pero todo tiene sentido, aunque así juntito en el mismo párrafo ni siquiera se entienda. La moraleja de esta entrada es que si no dibujas bien no es porque no quieras, si no porque no puedes... ¡Ah, no! Esa no era, era... Era que todos coincidimos en que la vida es una mierda en algún momento de nuestra vida y sólo algunos coinciden en que es algo maravilloso en otro momento de su vida, por lo que podemos concluir que la vida es una mierda y, en ocasiones y si tienes suerte, es cool.

18 de diciembre de 2010

Ikitakute shou ga nai ya.

Hitostsu, jibun ni uso
Futatsu mune itande
Dakara mittsume ni wa kizukanai furi shita



Era lluvia. Lluvia suave y lenta. Constante y silenciosa.
Era lluvia frágil, como de tristeza, pero sin dolor. Eran pocas gotas de una lluvia que sólo me recordaban que el agua no sólo sabe estar triste.

Iba por la calle, sólo. Es la típica persona que anda cabizbaja y que, cuando la miras, ya ha entrado en tu alma.
Otra vez esa extraña sensación de calidez, de anhelo. Como cuando recuerdas un momento feliz y tranquilo e intentas que alguien llegue a sentir y comprender las emociones que te produce recordar aquel instante.
Hay, y habrá, tantas lecciones que aprender en esta vida.
La inocencia como virtud, lo bonito de los errores, el valor de un abrazo, el calor de una sonrisa, la felicidad o tristeza de unas lágrimas. Miles de cosas que nos recuerdan constantemente que estamos aquí y ahora, y no en ayer ni en mañana.

Es genial poder pasear solo y que unas frías gotas aclaren los pensamientos.
Quizás esa sea la ilusión, la ilusión que me hace volver a pasear calles desiertas o a no comprar un estúpido paraguas.


Saa sore koso ga boku no Braveheart.

12 de diciembre de 2010

Konban wa.

En una milésima de segundo, miles de recuerdos se esfumaron de mi mente.Un brutal escalofrío me hizo temblar. Mi mano chocó con la taza de té y la volqué sobre la alfombra.

Miré rápidamente hacia las cortinas, pero ya no estaba aquel contorno dibujado, ya no asomaban aquellos pequeños tacones por debajo de las inmensas cortinas.
Espera, ¿qué tacones? ¿qué contorno?
No sé por qué he mirado a las cortinas, allí no hay nadie. Ni siquiera hay cortinas, ni habitación, ni té, ni alfombra. Estoy en mitad de una calle con una espesa niebla. El frío me está matando.
Intento recordar el cálido lugar en el que estaba pensando, pero ya no queda nada. Todo se ha borrado en mi mente. ¿Qué hago aquí?
Estoy apoyado en una farola, derribado en el suelo. En mi mano derecha sujeto una botella de alcohol, para evitar el frío nocturno, supongo. En la muñeca siento una leve presión. Me aparto las mangas deshilachadas y veo una especie de tela deteriorada enredada en mi antebrazo. Aprieto los ojos y me parece ver que tiene unos cuadros pintados, no lo sé.
Ya no recuerdo qué es eso, pero sé que llegó a ser algo tan importante para mí que aún hoy lo llevo puesto.

Las ganas de vomitar me hicieron volver al mundo real. Me puse de pie con ayuda de la antigua farola y eché a andar. Tenía mucho sueño, y los ojos se me cerraban.
Choqué con otra farola y caí al suelo. Durante unos segundos, soñé que estaba en paz, tranquilo, calentito en una habitación en la que sonaba música clásica. El color característico de la habitación era el marrón. Incluso al mirar detenidamente las enormes cortinas rojas, los ojos acababan viéndola de color pardo. Surgió un aroma a té, como si el hilo musical lo hubiera dejado escapar.
Miré a la mesa que estaba en el centro de la sala y me senté. Me mareé, vino un intenso escalofrío y tiré el té al suelo.

Cuando volví a abrir los ojos, aparecí junto a una farola, tirado en mitad de la calle y frente al mismo edificio de siempre, solo que esta vez también sería la primera vez que estoy aquí.

8 de diciembre de 2010

Side to side, si-side to side.

¿Cómo es posible que un día pueda pasar de ser lluvioso a ser un infierno?

Me siento tan tremendamente impotente... No puedo hacer nada para cambiar las cosas, absolutamente nada. Y es que cuando estoy así no puedo escribir algo que no trate directamente sobre mí, porque "ellos" me destruyen toda la imaginación y el poder de transformar las cosas.
Y no puedo hacer nada. Y me muero por dentro, porque toda esta lucha, todo este dolor y sufrimiento, habrán sido en vano. Porque no sirven para nada, sólo para aplastarme contra cuatro paredes que cada vez son más y más pequeñas.
Estoy encarcelado, atado. Soy completamente inútil, quizás por eso "aquellos otros" tampoco quieran saber ya de mí, porque no les sirvo para nada...
¿Quién llora ahora? Porque solo me veo a mí con los ojos inundados...

Parece que nadie nos quiere aquí; ni a mí, ni a mis intenciones, ni a mis sentimientos, ni a un puto cuerpo al que follarse (tampoco es lo que busco, tampoco es lo que quieren).
¿Para qué cojones estoy aquí entonces? Es que ya no lo entiendo. ¡Y no! No es cuestión de cómo me planteo las cosas, es cuestión de como suceden.
No creo que sea bueno engañarse a uno mismo y fingir sentirme a gusto con la gente que me rodea y que "me quiere", porque simplemente me estaría mintiendo. Es que me importa ya una mierda que me digan "te quiero", "me importas", "no seas tonto, estoy aquí para lo que sea". Porque es una puta mentira, no están ahí para nada, sólo para lo que les incumbe o les interesa. Y estoy harto, harto de que yo mismo sepa que esto que digo es mentira, que de verdad me quieren y harto de que aunque sea así, no lo vea por ningún lado y me limite a creérmelo.
No creo que sea bueno engañarse a uno mismo completamente y creer sin más, sería una felicidad asquerosamente falsa, ¿no? "Me creo lo que me dices, punto y final" Vaya mierda, entonces todos serían felices en este jodido mundo.
¿Qué hago? Porque por mil vueltas que le dé, nunca hay conclusión, ni siquiera asoma un poco algún tipo de moraleja que pueda sacar...
Irme de casa es fácil, es la única solución que veo a esa parte del problema, PERO ¿a dónde voy? Porque no hay nadie (dentro de un determinado radio de varios kilómetros) en el que poder confiar de verdad y decidir ir en su busca.
Una vez me dijeron que podía llorar sobre cualquier hombro, que eso podría hacer feliz a la otra persona porque ve que confío en ella. ¿Y a mí qué? Llorar no es más que llorar, no significa una mierda. Sinceramente, a mí alguien viene a llorarme y no me siento feliz porque "confía en mí", lo que siento es que hay que estar mal para llorar solo en casa y muchísimo peor para llorar delante de gente que ni siquiera le tiene en cuenta.

Y es que ya no sé cómo actuar, porque haga lo que haga siempre habrá gente que lo pase mal por algo que haga, pues que les den por culo, joder. Si es que otra cosa no puedo hacer. Que estoy harto ya de tener que atender a todo el mundo por igual... Y estoy harto ya de todo, a partir de ahora sí seré capaz de odiar y de tratar mal a quien me salga de los mismísimos ojitos. Y si hago algo de lo que me lamente, pediré perdón y, si no, pues te metes las quejas por donde te quepan...
Y que si un mierda viene a reírse de mí, lo mínimo que se debe esperar es un buen puñetazo de bienvenida.

En fin, que en ocasiones así es mejor bajar el telón, limpiar el escenario de huevos reventados y rosas podridas, y reinventar la obra una vez más. Es fácil decirlo, pero soy el único que queda en este teatro de sueños viejos.

2 de diciembre de 2010

Absurdo y tétrico.

Tengo la terrible sensación de que, de un momento a otro, caeré.
No puedo más. Tengo la mente agotada de tanto luchar por no pensar. Tengo el cuerpo destrozado de intentar moverlo utilizando el cerebro a la mínima potencia, intentando no elevar su uso hasta alcanzar ciertos sentimientos de los que preferiría no recordar en estos instantes.

Es como si mi alma estuviese en las últimas, como si hubiese agotado por completo mi corazón. He olvidado ya los recuerdos, las emociones; sólo quedan los asquerosos sentimientos que, como siempre y por desgracia, son lo último en olvidarse...
Resulta obvio decir que, en estos instantes, no soy más que un saco de carne que está completamente vacío. A veces pienso que me he vuelto tan extremadamente frágil que con  sólo cosas como crujirme los dedos o torcerme un tobillo podrían descompensar la estructura de mi cuerpo y hacerme exhalar el poco aire que queda dentro de mí, y convertirme en una masa aplastada y arrugada de piel, músculos y huesos.
No hace falta decir que nada en estos momentos puede llenarme lo más mínimo. Puedo reír, puedo alegrarme y ser feliz. Pero, obviamente, todos son sentimientos que he tenido que mecanizar a lo largo de la vida. No soy más que un robot destrozado y sin utilidad.
Parece que vago por las calles como un barco fantasma. Creo recordar que la gente se acerca a mí con una sonrisa en la cara. Veo cómo mueven los labios, pero la música que escucho por los cascos eliminan cualquier palabra que me quisiesen hacer llegar. Se giran con cara triste y se alejan.
Los estoy perdiendo... los estoy perdiendo a todos, y sigo con la misma cara de sonámbulo. Es como si soñara que el mundo corre mil veces más deprisa, pero mi música y yo vamos a otra velocidad.

Los días pasan lentos. Las horas corren incluso más lento que yo.
Perdí la noción del tiempo y del espacio. A veces aparezco en casa; tirado sobre la cama, con los cascos puestos. No sé qué hago ahí, sólo cierro los ojos e intento dormir.
A mitad de cada noche, las sombras tiran de mí. La habitación se envuelve en misteriosas sombras que danzan y ríen a mi alrededor y, entonces, vuelven a mi mente miles de recuerdos que quiero olvidar. Mi cuerpo rechaza las imágenes que vislumbro, y las ataca con miles de impulsos nerviosos que hacen temblar todo mi ser. Las convulsiones recorren todo mi cuerpo y acaban tapando las imágenes durante la noche.
Siempre que despierto veo mi cama completamente desecha. Las sábanas y mantas yacen derrotadas sobre el suelo de todo el cuarto, tras la lucha de la noche anterior.
Tengo miedo de que el frío de la noche entre en mí y no haya forma de volver a calentar lo que quede de mí.