¿Cómo es posible que un día pueda pasar de ser lluvioso a ser un infierno?
Me siento tan tremendamente impotente... No puedo hacer nada para cambiar las cosas, absolutamente nada. Y es que cuando estoy así no puedo escribir algo que no trate directamente sobre mí, porque "ellos" me destruyen toda la imaginación y el poder de transformar las cosas.
Y no puedo hacer nada. Y me muero por dentro, porque toda esta lucha, todo este dolor y sufrimiento, habrán sido en vano. Porque no sirven para nada, sólo para aplastarme contra cuatro paredes que cada vez son más y más pequeñas.
Estoy encarcelado, atado. Soy completamente inútil, quizás por eso "aquellos otros" tampoco quieran saber ya de mí, porque no les sirvo para nada...
¿Quién llora ahora? Porque solo me veo a mí con los ojos inundados...
Parece que nadie nos quiere aquí; ni a mí, ni a mis intenciones, ni a mis sentimientos, ni a un puto cuerpo al que follarse (tampoco es lo que busco, tampoco es lo que quieren).
¿Para qué cojones estoy aquí entonces? Es que ya no lo entiendo. ¡Y no! No es cuestión de cómo me planteo las cosas, es cuestión de como suceden.
No creo que sea bueno engañarse a uno mismo y fingir sentirme a gusto con la gente que me rodea y que "me quiere", porque simplemente me estaría mintiendo. Es que me importa ya una mierda que me digan "te quiero", "me importas", "no seas tonto, estoy aquí para lo que sea". Porque es una puta mentira, no están ahí para nada, sólo para lo que les incumbe o les interesa. Y estoy harto, harto de que yo mismo sepa que esto que digo es mentira, que de verdad me quieren y harto de que aunque sea así, no lo vea por ningún lado y me limite a creérmelo.
No creo que sea bueno engañarse a uno mismo completamente y creer sin más, sería una felicidad asquerosamente falsa, ¿no? "Me creo lo que me dices, punto y final" Vaya mierda, entonces todos serían felices en este jodido mundo.
¿Qué hago? Porque por mil vueltas que le dé, nunca hay conclusión, ni siquiera asoma un poco algún tipo de moraleja que pueda sacar...
Irme de casa es fácil, es la única solución que veo a esa parte del problema, PERO ¿a dónde voy? Porque no hay nadie (dentro de un determinado radio de varios kilómetros) en el que poder confiar de verdad y decidir ir en su busca.
Una vez me dijeron que podía llorar sobre cualquier hombro, que eso podría hacer feliz a la otra persona porque ve que confío en ella. ¿Y a mí qué? Llorar no es más que llorar, no significa una mierda. Sinceramente, a mí alguien viene a llorarme y no me siento feliz porque "confía en mí", lo que siento es que hay que estar mal para llorar solo en casa y muchísimo peor para llorar delante de gente que ni siquiera le tiene en cuenta.
Y es que ya no sé cómo actuar, porque haga lo que haga siempre habrá gente que lo pase mal por algo que haga, pues que les den por culo, joder. Si es que otra cosa no puedo hacer. Que estoy harto ya de tener que atender a todo el mundo por igual... Y estoy harto ya de todo, a partir de ahora sí seré capaz de odiar y de tratar mal a quien me salga de los mismísimos ojitos. Y si hago algo de lo que me lamente, pediré perdón y, si no, pues te metes las quejas por donde te quepan...
Y que si un mierda viene a reírse de mí, lo mínimo que se debe esperar es un buen puñetazo de bienvenida.
En fin, que en ocasiones así es mejor bajar el telón, limpiar el escenario de huevos reventados y rosas podridas, y reinventar la obra una vez más. Es fácil decirlo, pero soy el único que queda en este teatro de sueños viejos.