In fraganti.

-¿No crees que has echado demasiadas lombrices en el cubo de pesca?
Giró la cabeza y no había nadie.

-¿Vienes a dar un paseo?
-Vale.
Fogonazo de luz. El tsunami pasó.

Tonos celestes y amarillos. ¿Qué demonios pinta esa persona aquí? Bueno, lo más importante es saber quién es esa persona, y aún no lo sé. Aparece constantemente. En cada momento, ¿qué quiere? ¿por qué me ayuda? No lo entiendo, es todo tan confuso. Y cuando creo empezar a ver su cara, desaparece todo en un fogonazo de luz. Siempre es la misma historia.
¿Qué hay en aquellos aparejos de pesca en aquel extraño despacho? ¿Qué hay en mitad de aquella atracción macabra sobre dinosaurios? ¿Qué hay en aquella playa de peleas, tsunamis y colores tenues?

Quiero que sepas que, por mucho que corras de un sueño a otro, te acabaré cazando.

Hasta entonces, esperaré.

Sinceramente, cuando recuerdo algo no sé si es real o si lo he soñado. Antes me pasaba pocas veces, y ahora constantemente. Es frustrante intentar recordar algo y no saber si es real.
He llegado a soñar con días enteros y al despertar, todo había sido un sueño... o no, ya no estoy seguro.
Cada vez que duermo tengo más sueños y pesadillas. Últimamente recuerdo cada sueño que tengo. Ahora sólo son pesadillas...

Noches enteras sin querer dormir, pero el cuerpo llega a un límite de cansancio y, después, se duerme. Entonces vienen a mi esas sombras oscuras que salen de todas partes y se meten dentro de mi cabeza.
Doy vueltas en la cama, me oigo gritar desde dentro del sueño. No sé cómo salir, supongo que debo esperar a que acabe...
Empiezo a estar harto de esto, voy a un ritmo de cuatro pesadillas o más en seis horas que consigo dormir. Lo malo es que sigo sin saber qué me quieren decir, a qué viene todo... Estoy seguro de que cuando lo adivine, podré volver a dormir bien. O eso espero.

Escalofrío.

"Sensación intensa y repentina de frío acompañada de un ligero temblor del cuerpo, generalmente producida por un cambio brusco de temperatura, por la fiebre o por una fuerte emoción o miedo."

Tsubasa.

¡Ah! Maldita inspiración; me golpea contra el pecho, me levanta del asiento. Es como si un golpe seco aturdiese mi cerebro, como si un rayo atravesase todas mis neuronas...

Me gustaría... me gustaría traerte a mi lado. Me encantaría que vieras el mundo desde aquí durante unos días. Sería algo fantástico, ¿no crees?
No se a ti, pero a mi siempre me encantó jugar al cambio de papeles. Ahora tú eres yo, y yo soy tú. No suele ser tan divertido como parece, ya que se requiere de una gran destreza para apartar tu personalidad y convertir tus conocimientos sobre la otra persona en una personalidad nueva que seas capaz de llevar a cabo.


Por cierto, ¿sabes qué es lo realmente bonito de cuando te crees que el mundo es un caos? Que la más pequeña acción que tenga algo de bondad te hace ser feliz durante días enteros.
Recuerda que, para poder vivir en este mundo, lo único que necesitas son alas. Alas enormes o pequeñas, pero alas capaces de hacerte volar y ver que el mundo no es sólo tu vida y los malos momentos por los que pasas. Alas para ver que el mundo es un lugar perfecto por sí solo, que es un lugar donde todo el mundo tiene problemas y que, a pesar de ellos, son capaces de hacer que el Sol brille con las sonrisas más bonitas que jamás veras. ¿Y te las vas a perder por mirar al suelo con cara de tristeza?

Sonrisa cálida.

Porque, muchas veces, lo que me levanta del suelo cuando caigo es una sonrisa cálida.

Minuto de silencio.

Suenan las campanas. El reloj de la torre de la plaza marca el final del día.
Los demonios de la luz se esconden.
Un minuto que parece un segundo, un minuto que desearía que durase eternamente. Un minuto de silencio, un minuto de paz. Suenan las campanas; es el sonido del alivio, de la tranquilidad. El sonido de la vida.
Podría dar mil y una comparaciones más con lo que representa ese minuto para toda la humanidad, pero ya ha pasado el minuto. Ahora les toca entrar en escena a los demonios de la oscuridad.
Los demonios de la noche son mejores que los demonios de día, no son tan destructores. Por eso la gente duerme por las noches en este mundo.
Sin embargo, volverán los del día a la mañana siguiente.

Es por eso por lo que adoramos el único minuto de silencio, el minuto de la salvación. Que no se queda más que un minuto...

Flauta amarga.

Jamás imaginé que los recuerdos pesarían tanto. Cada vez son más y más difíciles de escribir.
Hay que emplear mucho esfuerzo para garabatear en un papel los recuerdos de un solo día. ¿Cómo ha podido convertirse en un trabajo tan pesado?

Tiran de mi mano, como si no quisieran ser escritos. ¿Tanto mal hay en ellos?
Quizás sólo esconden sufrimiento. Un dolor que quieren esconderme para evitar más lágrimas.

Friendship.

- No te distraigas de tu misión. El Hokage espera impaciente que vuelvas con los planos del nuevo arma del enemigo.
- Puede confiar en mi, maestro. Le aseguro que realizaré la misión con éxito.

Corriendo por el bosque a toda velocidad. Llovía a mares. De pronto, una melodía indescriptible surgió de la nada. Era una música muy pegadiza, es como si viajara conmigo. Al rato reaccioné, saqué el teléfono del bolsillo y pulsé la tecla de descolgar.

- ¿Quién es?
- Soy yo, necesito verte.

Rápidamente cogí un vuelo a California. Lejos de la realidad, y allí le encontré. Estaba en su piso, en un rincón de su habitación. Lloraba como jamás habré visto llorar a nadie.

- Tranquilo, estoy aquí.

El Sol salió de nuevo.

Dos recuerdos.

"Parece que hay dos clases de recuerdos: los recuerdos de la mente y los recuerdos del cuerpo.
Los recuerdos de la mente son muy importantes, pero los del cuerpo también lo son.
A veces ocurre que el cuerpo recuerda algo que la mente ha olvidado."

Nadie dice donde está el límite.

El suspiro que recorre todo el cuerpo. Soplas sobre mi cuello, muerdes mi oreja.
Besos que recorren un cuerpo de soledad. Un gélido aliento que me hace estremecer.
Noche de almohadas tiradas por los suelos. Mañana de pesadillas que hacen sudar.

Hora tras hora, el Sol nos va dejando poco a poco en paz... Paz, justo la que necesitábamos sobre aquel colchón.
Jamás creeré que fue la mejor opción. Estoy convencido de que no fue el mejor primer paso, pero es el paso que se dio, no hay más.

Dormi para, luego, despertar gritando.

Strange names.

Todo cambia, constantemente. A veces, en una única noche el mundo vuelca. Otras veces, sin embargo, tarda milenios en cambiar un poco.

Pero las personas no vivimos tanto. Por lo que hay cosas que podemos decir que no cambian nunca dentro de nosotros...

Parece que le ponemos nombres extraños a cada cosa que pasa. Nombres que no tienen nada que ver con lo que es en sí la cosa. Estupideces de un ser imperfecto.

Strange

Names

Remove.

Se aman. Llevan años amandose. Ambos saben que es mútuo.
Un nuevo problema: miedo.
Han sufrido tantísimo los dos que no quieren creer en el amor, pero no les queda más remedio; se aman.
Día tras día se repiten mil veces que se quieren, pero cuando llegan a la mil y una paran en seco. Recuerdan el pasado. No quieren seguir con esto, no quieren creer en el amor.
Pasa el tiempo, pasan los años. No creen en el amor, pero lo sienten.

Solo déjales un rato juntos, a solas. En una habitación, en un parque, en una ciudad vacía... Al final, da igual lo que creas o lo que dejes de creer, lo que al final sale por sí solo es aquello que, incluso de forma inconsciente, llegamos a sentir.

Casi dieciocho años, y sigo sin entender para qué demonios sirven los sentimientos. ¿Cómo puede ser bueno algo que destroza tantas vidas?

Rain.

Hoy me encontré a mi mismo andando por la calle. Me crucé conmigo, y cuando me fui a girar para saludarme... aparecí muerto en mi casa.

Entonces... ¿lloras porque llueve o llueve porque lloras?

Fuerza.

"¿Qué es ser fuerte? Sospecho que ser fuerte no es solo una cuestión de poder. Es fuerte la persona que encuentra un motivo para luchar y se dedica en cuerpo y alma a ello."

¿Cómo se llama cuando...?

Y encontró hasta la última pluma del recuerdo. Pero la silla siempre estuvo vacía.
Esto es lo que hay, no podías esperar más.

Es mejor que siempre tengas metas en la vida, porque si no las tienes llegará el día en el que te encuentres perdido. Entonces, sólo se te ocurrirá mirar atrás y llorar. Parece que todo está perdido, que no hay más que hacer. Pero no es así, siempre hay nuevas metas. Tu mundo sólo acaba cuando te rindes, cuando no puedes más, cuando te das por vencido.
Sin embargo, no siempre hay metas para todos los gustos. Y siempre queda alguien extraviado en la vida. Siempre queda un alma perdida que poco a poco pierde sus recuerdos, ya que son lo único que le queda. Y, entonces, muere.

Tsuki.

No te vengas abajo todavía. Aún queda mucho mal por ver... Mucha tristeza.

"A veces, la gente puede perder las ganas de sobrevivir. Pero mientras tengan en su corazón algo en lo que creer, el valor nunca desaparecerá."

La gente y su inteligencia abrumadora.

El niño estaba tranquilamente sentado con sus amigos en un lugar donde se reunían todos los fines de semana los jóvenes de la ciudad. Era un sitio de encuentro donde muchos adolescentes.

De pronto, el viento dejó de soplar. Aquella mano helada paralizó momentáneamente su cuerpo. Estaba sentado, así que se levantó y se giró. No dio tiempo a ver a quien le llamaba cuando recibió un puñetazo en la cara. Cayó al suelo.
Sangrando por la nariz acertó una patada en la entrepierna de su contrincante. Se estremeció de dolor.
Le ofreció tiempo suficiente a nuestro joven aprendiz como para coger una botella de cristal, como las muchas que había depositadas por el suelo, y estallársela con todas sus fuerzas en la cabeza. El rival se derrumbó de un solo golpe.
Estaba a punto de quedarse inconsciente.
Nuestro protagonista se acercó con la botella rota en la mano y se inclinó para hablarle al oído.
- Hola, imbécil. Has de saber que estoy en contra de todo tipo de violencia pero, a veces, es la única forma de entendimiento para gilipollas como tú.

Toda la gente de su alrededor estaba parada, mirando atónita cómo se desarrollaban los hechos.
Nuestro jóven se reincorporó y sujetó la mano del otro adolescente. La colocó debidamente sobre el suelo y aproximó la botella a sus dedos.
Conscientes de la locura que iba a hacer nuestro querido amigo, algunos chavales se aproximaron veloces a detenerle, pero era demasiado tarde.
Apenas tuvo que hacer fuerza, echó su peso sobre la boca de la botella y, por la otra parte, los dedos quedaron perfectamente cortados.
El grito del mutilado fue desgarrador. Quedó inconsciente acto seguido.
- Me comería tus dedos, pero dicen que las manos reflejan las acciones de las personas. Por eso no quiero tragarme tus malos actos. Ha sido un placer intercambiar estas palabras contigo.

Los demás jóvenes fueron a apartar de un empujón a nuestro protagonista, pero este les echó la mirada más fulminante que jamás podrían haber imaginado.
Cuando nuestro amigo se levantó y se marchó fue cuando se acercaron los demás al adolescente que estaba inconsciente tirado en el suelo. Intentaron vendar los dedos, que no paraban de sangrar, con un trozo de camiseta. Estaba perdiendo mucha sangre.

Siempre que vienen por las malas, hay que responder igual. Es lo que tiene que la gente sea imbécil, que no sabe hablar.

The last chance.

La Luna se deja ver entre nubarrones. Noche de luna llena: los niños muertos toman el control.
Se respira humedad y sangre en el ambiente.
El hedor sitió la iglesia. Se hizo el silencio en su interior.
"Están aquí"
Cargados con toneladas de agua bendita que habían ido recogiendo por todo el mundo, los supervivientes a la pandemia decidieron luchar su última batalla en la que, según aseguraban, ganarían.
Abrieron el gran portón principal. Los jóvenes enfermos no podían resistir su sed de carne humana. Se abalanzaron contra la primera fila de bancos.
Los supervivientes decidieron atacar de una vez. Llevaban años enteros huyendo y recogiendo agua bendita para matar a aquellos energúmenos. Tantos años resistiendo para un único momento.
La primera línea de defensa lanzó botellas llenas del agua sagrada a los enfermos. Las botellas de cristal estallaron, dejando escapar el líquido que les salvaría de una muerte atroz.
El agua roció a gran parte de los infectados...
No les hizo daño alguno. No los curó, no los mató.

Segundos después, la iglesia se había convertido en el último cementerio de la Tierra.

Luna rota.

Niño Luna, niña Sol. Se querían, se amaban.
Pero desde que tomaron posesión de sus tronos no se volvieron a ver.
Ella irradiaba con su energía el planeta. Mantenía la vida. Hacía que lloviese y que la vida se destruyese y crease constantemente.
Él salía por las noches a contemplar las bellezas hechas por su amada. Era todo tan perfecto. Estaba todo tan precisamente medido. Sin embargo, cuanto más pasaba el tiempo, más inútil veía su existencia el niño Luna. Movía en vano las mareas, intentando alcanzar la tierra tan magnífica que se extendía hasta el infinito.
Sufrimiento con sabor a luna menguante.

¿No ves que necesito de ti tanto como tú de mi? ¿No ves que sin tu oscuridad no podrían morir tranquilos?

Cielo o infierno: ¿dónde eliges?

Es mentira. No hay más vida. Aquí acaba, es el final.
La gente cree que al morir vamos a otro sitio. Es absurdo.

No hay más de lo que hay. Si mueres, mueres. Es difícil de imaginar desde cualquier punto de vista, ya que estás vivo y la no existencia es inconcevible por la mente, pero es lo que hay.
Vive, apréndelo y disfruta de cada sengundo.
Es lo que tiene nacer, que implica morir pero, también, ser feliz.

This is real? This is pretend?

3, 2, 1... entró en coma.

¿Qué es esto? ¿Es real..?
Estoy en un mundo en el que todos ven fantasmas. Bueno, todos no, yo no los veo... ¿Es real?
¿O mis ojos me enseñan una mentira? ¡No lo entiendo!
¡Yo también tengo que verlos! ¡Todos los ven!

"Y si nadie viese fantasmas y tú sí, ¿tendrías que dejar de verlos porque es lo que hacen los demás?"

¿Cómo? ¿Quién ha dicho eso?
Más oscuridad.

3, 2, 1... vuelve del coma.

¿Alguien dijo "Dios"?

"Se me acumula el trabajo, ya no sé qué hacer. Los recuerdos no se escriben solos...
Pero estoy tan cansado ya. Los libros son largos de escribir, y más si cuentan algo que a nadie interesa."
La vida, una vida que todos desconocían y que, sin embargo, existió. Quizás luego lleguen a otras manos los recuerdos de un extraño, quizás lea sus ennegrecidas páginas. Quizás descubra vida entre unas letras borrosas y unas líneas torcidas.
Una vida incomprendida. Jamás sabrá qué sintió aquel joven durante aquellos años.
Podrá expresar lo que siente, podrá dibujar caras de enfado, sorpresa y de llanto. Pero nadie jamás comprenderá que aquella inocente criatura sólo luchaba por sobrevivir en un mundo que no estaba hecho para el Ser Humano.

EVOL-ución.

Doctor, mi hijo se pasa todo el día tirado en la cama. No come, no habla, no se mueve, no sale con los amigos. Creo que está enfermo o que ha tenido problema con sus compañeros, y por eso está así. ¿Qué cree usted que le pasa?

¿No ve que su hijo está muerto, señora? Tiene un agujero en el pecho y le falta el corazón. ¿Cuántos días lleva así?

Clic! Flash.

Se me ocurrió entrar en tu mundo. Así es, metí el pie en la puerta y cuando ya estabas lejos, entré.
Ahora estoy perdido.
El paisaje está compuesto por millones de fotos. Es como un campo abierto, un prado.
Hay árboles y animales. Pero absolutamente todo está formado por fotos.
Pequeñas y grandes, de todos los colores. Van cambiando de tonos según convenga al paisajey así dan la forma y el color a las cosas.
Es raro. Me paro a verlas, algunas las reconzco.
Salimos juntos, o con los amigos. Recuerdo perfectamente esos días. Fueron momentos alegres y tristes. La mejor noche de nuestras vidas, la peor tarde que jamás viviremos. Es increíble, es como si estuviese impreso cada segundo de tu vida y lo hubiesen colocado por todas partes, formando un paisaje magnífico.

Tu cerebro está perfectamente ordenado, pero no tiene salida. Esta será mi tumba; una tumba de recuerdos.

GL.

La vida, tu vida, muere constantemente. ¿Y piensas pasarte cada instante así?

Final feliz.

Todos tienen prisa, nadie deja paso. La ciudad está abarrotada. Una nube de humo gris emitida por miles de coches nubla cualquier posibilidad de ver más allá de la segunda avenida.
Constante ruido y, de pronto, ¡bom! Todo salta por los aires.
La ciudad está tranquila. El tremendo estallido ha espantado la niebla tóxica.
Una carnicería.
Maletines de ejecutivo echo añicos, las chapas de los coches se ha convertido en metralla y ha quedado incrustada contra los edificios. Algunas extremidades humanas han atravesado las vidrieras de la iglesia. Una interminable mancha roja oscura se extiende por el suelo.

Mira el lado positivo: esta noche las ratas se darán un festín con tus restos.

Dance alone.

Errores. No hay forma posible de explicarlos. Se te vacía el alma, no lo crees posible. Todo da vueltas. Crees que es el fin. Se desata en ti el ansia de destrucción. Error.
Por más que intentes cambiar a mejor, por más que luches contra tus fallos. Nada importa.
También hay fallos que son no poder arreglar tus propios fallos del todo. Nadie es perfecto, por lo que nadie es capaz de arreglar sus errores a la perfección. Por eso, siempre habrá errores estúpidos que volvamos a cometer. Dejarnos llevar por el momento, no pensar que todo acabaría como acabó.
Son gestos, palabras, acciones absurdas que podríamos haber evitado con toda facilidad pero que, sin embargo, dejamos fluir por nuestro ser pensando que el mundo no puede volcar en una tarde tan bonita.
Pero, de pronto, los pájaros dejan de trinar, las nubes se esconden, los perros no ladran, la gente se calla. Parece que el mundo aguarda un suspiro, el último suspiro. Y, en cuestión, de segundos el mundo ha volcado. Y otra vez la normalidad. Los grillos retoman su sinfonía. Ahora es de noche. Pero un alma rota yace sobre el acerado.
La volví a cagar.


Simplemente, ya no sé qué música escuchar.

Impotente.

Y, ahora, me siento tan tremendamente aislado, encerrado.

Alzheimer.

Alma, recuerdos.
Una mesa donde dibujas. Una silla donde te sientas. Un animal al que acaricias. Alguien a quien besas. Un abrazo. Cultivar unas plantas.
Todo, absolutamente todo. Cada cosa que rozamos, cada paisaje que miramos. En cada rincón puede verse una parte pequeña de nuestra alma. La vamos repartiendo por los lugares a donde vamos, en las cosas que hacemos.
Nuestra alma crea recuerdos uniéndose mediante lazos con aquellas cosas que hacemos, mediante rastros invisibles.
Estamos conectados con toda parte del mundo que hayamos visitado, visto u oido hablar de ella.
El mundo está lleno de esos lazos, de esos rastros. Cuerdas invisibles de infinitos colores nos llevan de vuelta hasta momentos de nuestra vida que creimos olvidados.
Lástima, nos hacemos viejos. Sólo hacen falta un par de malos actos y el alma comienza a pudrirse. Desgastada, pierde sus raices. El árbol que forma el alma comienza a replegar sus infinitas ramas y raices. Pérdidas de memoria.
Muchas veces, las innumerables cuerdas se enrredan entre ellas. Superponiendo recuerdos de otras almas sobre algunos puntos de uno de nuestros rastros. Déjà-vu.
Un lugar donde jamás has estado, un momento que nunca has vivido. Sin embargo, estos enrredos te hacen dudar de si de verdad has vivido ese momento antes.

Una vez viejos y sabios, el alma pierde completamente su capacidad de recordar. El saber ocupa lugar, y una vez que supera el límite. El árbol empieza a perder hojas, ramas... El alma se queda completamente seca, sin vida. Es entonces cuando estás enfermo.
Algunas veces, por muy seco que esté el árbol, consigue brotar de nuevo. Vuelven los recuerdos, estallan en tu mente.

Pero lleva mucho tiempo sin llover, el brote muere en cuestión de horas, minutos... Y vuelta a la muerte. No recuerdas qué hiciste hace dos minutos.

Fin de la transmisión.

Si hubiera sido un poco listo, y no tan tremendamente estúpido como soy, mi vida tendría ahora mismo otro rumbo...
No habría creido en el amor. No me habría rallado jamás por mis amigos ni por nadie que me importe, de hecho, no me importaría nadie. Sí, eso habría estado bien...
Nunca prestaría ayuda, me habría ahorrado muchos problemas. Si pidiese ayuda y no me la prestasen, me la sudaría. :/

No sería un modelo de vida ideal, quizás no sería feliz. Pero no sufriría. Y eso es mil veces mejor que saber lo que es ser feliz, luchar por ello, y no conseguirlo jamás. Zambullirse de lleno en el sufrimiento como si de una piscina de lava se tratase.
Ves tu piel deshacerse, pero no puedes nadar hacia arriba, hacia la salvación.

Así, al menos, podría dormir esta noche.

Sintió algo especial por alguien, decidió llamarlo amor. No fue más que un experimento.
A los meses acabó todo pero seguro que, en su interior, duró sólo unas horas.